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Sensores ópticos, herramienta clave para optimizar la fertilización agrícola

Técnicos de los diferentes proyectos que impulsa el CIMMYT en El Bajío, en México, se capacitan en el uso de sensores ópticos a fin de apoyar a los agricultores para que optimicen la fertilización nitrogenada. 

Plataforma de Investigación DR011, en Irapuato, Guanajuato, México. (Foto: Hub Bajío-CIMMYT)
Plataforma de Investigación DR011, en Irapuato, Guanajuato, México. (Foto: Hub Bajío-CIMMYT)

En el sector agrícola de México persiste la aplicación de fertilizantes sin un sustento científico, lo que conlleva a una baja rentabilidad para los productores, particularmente ahora que el considerable aumento en los precios de los fertilizantes ha hecho que la adquisición de nutrientes básicos para los cultivos como el nitrógeno, fósforo y potasio, eleve significativamente los costos de producción.

Los métodos agrícolas convencionales necesitan una aplicación regular y constante de fertilizante, a menudo sin tomar en cuenta los diversos factores ambientales, como la temperatura, la humedad o la dosis, que pueden causar lixiviación —proceso por el cual los nutrientes y minerales son arrastrados por el agua— u otras formas en que los nutrientes se pierden.

Para abordar esta problemática, el pasado 28 de junio dio inicio una serie de capacitaciones con el equipo técnico de los diversos proyectos que operan en el Hub Bajío del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT). El punto de partida de estas capacitaciones fue el uso de sensores ópticos, una de las diversas tecnologías y métodos que se evalúan constantemente en el CIMMYT para brindar soluciones a las problemáticas de los productores. 

Conocer el protocolo de uso de sensores ópticos como el GreenSeeker® es importante para los técnicos que brindan acompañamiento a los productores porque este tipo de equipos portátiles “nos permite medir el Índice de Vegetación de Diferencia Normalizada (NDVI, por sus siglas en inglés), en esta ocasión enfocado al cultivo de maíz; este índice nos permite conocer la respuesta fisiológica de las plantas a los nutrientes básicos, el estado del cultivo, el estrés, la eficacia de los herbicidas, etcétera”, comentan los instructores de la capacitación.

Los valores NDVI son una estimación del “verdor” de las plantas —una planta sana tiene un color característico, señal de una actividad fotosintética y una nutrición adecuadas—, que el sensor procesa mediante un modelo matemático para después arrojar una recomendación. En este sentido, el principal objetivo de esta capacitación es que los técnicos aprendan a realizar mediciones correctas para un manejo eficiente del nitrógeno y así desarrollar un plan integral de fertilidad para los productores.

“El uso de esta tecnología nos permite optimizar el uso de los fertilizantes nitrogenados, minimizando su impacto al medioambiente y reduciendo los costos de producción a fin de que los productores tengan mayor rentabilidad, por ello se realizaron prácticas de campo con sensores en la plataforma de investigación que está ubicada en el Distrito de Riego 011, en Irapuato (Guanajuato, México)”, puntualizan los organizadores del Hub Bajío del CIMMYT.