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Las prácticas de manejo del nitrógeno en el campo tienen repercusiones globales

Un nuevo metaestudio confirma que las emisiones de óxido nitroso se pueden reducir aumentando la productividad del nitrógeno, el rendimiento de los cultivos y el uso de las "4R".

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La pequeña agricultora Sita Kumari con fertilizante en sus manos. (Foto: C. de Bode/CGIAR)
La pequeña agricultora Sita Kumari con fertilizante en sus manos. (Foto: C. de Bode/CGIAR)

Un equipo internacional de científicos ha fortalecido nuestra comprensión de cómo una mejor gestión de los fertilizantes podría ayudar a minimizar las emisiones de óxido nitroso (N2O) y, al mismo tiempo, lograr altos rendimientos de los cultivos en la nueva publicación: Metaestudio de rendimiento y resultados de óxido nitroso para la gestión del nitrógeno en la agricultura. Esta investigación se realizó mediante un metanálisis, donde se combinaron estadísticamente los resultados de múltiples estudios científicos.

Para satisfacer la creciente demanda mundial de alimentos, los agricultores necesitan un suelo fértil. El nitrógeno, un elemento esencial en los fertilizantes para plantas, puede tener efectos extremadamente perjudiciales sobre el medio ambiente cuando no se maneja de manera efectiva. Numerosos estudios han confirmado que mejorar el uso de nitrógeno en la agricultura es clave para asegurar un futuro con seguridad alimentaria y la sostenibilidad ambiental.

“La sociedad necesita estrategias matizadas basadas en enfoques de gestión de nutrientes personalizados que mantengan los balances de nitrógeno dentro de límites seguros”, dijo Tai M Maaz, investigador de la Universidad de Hawái en Manoa y autor principal del estudio.

Cuando los agricultores aplican fertilizante nitrogenado a sus cultivos, normalmente solo el 30-40% es absorbido por la planta y el resto se pierde en el medio ambiente. Un subproducto es el óxido nitroso (N2O), uno de los gases de efecto invernadero más potentes de la atmósfera. La agricultura mundial es uno de los principales contribuyentes de las emisiones de gases de efecto invernadero, especialmente los derivados de las emisiones de óxido nitroso.

Aunque ahora se les dice a los agricultores que practiquen la reducción de la tasa de fertilizantes, o simplemente, que apliquen menos fertilizantes, hay casos en los que esa estrategia no es posible o no es aconsejable.

Predictores alternativos de emisiones

El estudio encontró que los indicadores de producción, como el balance de nitrógeno parcial (PNB), un indicador de la cantidad de nitrógeno propenso a la pérdida, y la productividad del factor parcial (PFP), una medida de la eficiencia del uso de insumos, predecían las emisiones de óxido nitroso y mejor que la tasa de aplicación sola. Esto significa que en algunos casos, donde la reducción de la tasa de nitrógeno no es posible, la emisión de óxido nitroso aún puede reducirse aumentando el rendimiento mediante la implementación de prácticas mejoradas de manejo de fertilizantes, como las “4R:” fuente, dosis, momento y lugar correctos.

Tek B Sapkota, científico del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y coautor del estudio, enfatizó que “la reducción de la tasa sigue siendo importante en los sistemas de cultivo donde el nivel actual de aplicación de nitrógeno es excesivamente alto. Pero, al comparar los sistemas con las mismas tasas de aplicación de nitrógeno, la emisión de óxido nitroso se puede reducir aumentando el rendimiento”.

“Las prácticas de gestión de nutrientes de las 4R deben adaptarse a regiones específicas para ayudar a cerrar las brechas de rendimiento y mantener la sostenibilidad ambiental: el escenario en el que todos ganan. El futuro requerirá que las instituciones públicas y privadas trabajen juntas para difundir dicha información de manejo de nutrientes para sistemas de cultivo específicos en geografías específicas”, dijo Sapkota, quien también es editor de revisión del sexto informe de evaluación del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC).

El artículo fue un esfuerzo de colaboración del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), la Universidad de Hawái, el Fondo de Defensa Ambiental, Nutrición Vegetal de Canadá y el Instituto Africano de Nutrición Vegetal. Fue financiado por el Programa de Investigación del CGIAR sobre Cambio Climático, Agricultura y Seguridad Alimentaria (CCAFS).

Lea el estudio completo aquí.


 

PARA OBTENER MÁS INFORMACIÓN O PARA PROGRAMAR ENTREVISTAS, CONTACTE A:

Marcia MacNeil, Oficial de Comunicaciones, Gerente del Programa de Investigación de Trigo del CGIAR (WHEAT), CIMMYT. M.macneil@cgiar.org

Acerca del CIMMYT

El Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo es el líder mundial en investigación de maíz, trigo y sistemas agrícolas asociados financiada con fondos públicos. Con sede cerca de la Ciudad de México, el CIMMYT trabaja con cientos de socios en todo el mundo en desarrollo para aumentar de manera sostenible la productividad de los sistemas de cultivo de maíz y trigo, mejorando así la seguridad alimentaria global y reduciendo la pobreza. El CIMMYT es miembro del Sistema CGIAR y dirige los Programas de Investigación de Maíz y Trigo del CGIAR y la Plataforma de Excelencia en Mejoramiento. El Centro cuenta con el apoyo de gobiernos nacionales, fundaciones, bancos de desarrollo y otros organismos públicos y privados.