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Tips para diversificar cultivos y mejorar la funcionalidad de los sistemas agrícolas

Diversificar con cultivos de cobertura y leguminosas, como recomienda en estos tips Mariel Guera, coordinador de plataformas de investigación del CIMMYT, mejora la funcionalidad del sistema agrícola al fortalecer el suelo, reducir plagas y aumentar la resiliencia climática.

Mariel Guera, coordinador nacional de plataformas de investigación del CIMMYT, en una de las plataformas experimentales donde se evalúan prácticas para diversificar los sistemas agrícolas y mejorar su funcionalidad ecológica y productiva. (Foto: Ingrid González/CIMMYT)
Mariel Guera, coordinador nacional de plataformas de investigación del CIMMYT, en una de las plataformas experimentales donde se evalúan prácticas para diversificar los sistemas agrícolas y mejorar su funcionalidad ecológica y productiva. (Foto: Ingrid González/CIMMYT)

La diversificación funcional en la agricultura busca aprovechar al máximo el potencial de los cultivos como elementos que contribuyen no solo a la producción de alimentos, sino también a la salud del suelo, la estabilidad del ecosistema y la sostenibilidad económica. A través de un diseño estratégico, es posible fortalecer los agroecosistemas para que sean más resilientes, eficientes y productivos. Mariel Guera, coordinador nacional de investigación del Programa SAS en el CIMMYT, comparte recomendaciones clave para quienes desean transitar hacia sistemas más diversos y funcionales.

Diversificar con propósito

Asociación de maíz (Zea mays), frijol (Phaseolus vulgaris) y calabaza (Cucurbita spp.) en un sistema diversificado (Milpa). Esta combinación favorece la fertilidad del suelo, mejora la cobertura vegetal y fortalece la resiliencia del agroecosistema. (Foto: Sarah Martínez/CIMMYT)
Asociación de maíz (Zea mays), frijol (Phaseolus vulgaris) y calabaza (Cucurbita spp.) en un sistema diversificado (Milpa). Esta combinación favorece la fertilidad del suelo, mejora la cobertura vegetal y fortalece la resiliencia del agroecosistema. (Foto: Jenifer Morales/CIMMYT)

La integración de diferentes especies dentro del sistema agrícola permite obtener beneficios agroecológicos importantes. Incorporar cultivos como leguminosas mejora la fertilidad del suelo, interrumpe ciclos de plagas y enfermedades, promueve la presencia de insectos benéficos y amplía las posibilidades productivas y alimentarias.

Reducir riesgos frente al cambio climático

Sistema agrícola diversificado con cultivos de distintas exigencias hídricas. (Foto: Open AI, ChatGPT)
Sistema agrícola diversificado con cultivos de distintas exigencias hídricas. (Foto: Open AI, ChatGPT)

Contar con cultivos que tienen distintas necesidades de agua y nutrientes permite distribuir los riesgos en temporadas de lluvia irregular o calor extremo. La diversidad funcional aporta mayor estabilidad frente a la incertidumbre climática.

Seleccionar especies adaptadas y con valor comercial

Cultivos seleccionados por su adaptación climática y valor comercial. (Foto: Open AI, ChatGPT)
Cultivos seleccionados por su adaptación climática y valor comercial. (Foto: Open AI, ChatGPT)

La elección de especies debe considerar su adaptación a las condiciones locales y su potencial de mercado. Algunas especies rústicas no son comercializables, pero cumplen funciones esenciales como cobertura, fijación de nitrógeno o mejora de la estructura del suelo, lo que se traduce en beneficios indirectos para el cultivo principal.

Apostar por asociaciones y rotaciones

Cultivo en etapas tempranas bajo manejo de agricultura diversificada. (Foto: CIMMYT)
Cultivo en etapas tempranas bajo manejo de agricultura diversificada. (Foto: Jenifer Morales/CIMMYT)

Las combinaciones de cultivos, como la asociación maíz-frijol o el relevo maíz-ajonjolí permiten aprovechar mejor los recursos del sistema sin reducir el rendimiento. Estas prácticas mejoran la rentabilidad, contribuyen al control de plagas y promueven el uso eficiente del suelo a lo largo del ciclo agrícola.

Diagnosticar antes de diversificar
Diagnóstico de campo para evaluar condiciones del suelo antes de diversificar cultivos. (Foto: CIMMYT)
Diagnóstico de campo para evaluar condiciones del suelo antes de diversificar cultivos. (Foto: CIMMYT)

Antes de incorporar nuevas especies, es necesario realizar un diagnóstico técnico del entorno: condiciones climáticas, altitud, tipo de suelo, disponibilidad de agua y antecedentes agronómicos. Esta evaluación evita pérdidas y asegura una diversificación efectiva.

Contribuir a la transición agroecológica

Manejo de cultivos de cobertura como parte de una estrategia de diversificación funcional. (Foto: Sarah Martínez/CIMMYT)
Manejo de cultivos de cobertura como parte de una estrategia de diversificación funcional. (Foto: Sarah Martínez/CIMMYT)

La diversidad funcional de cultivos favorece la reducción de insumos químicos, mejora la salud del suelo y contribuye a restablecer el equilibrio ecológico del sistema. A mediano y largo plazo, estos beneficios permiten avanzar hacia una producción más eficiente y regenerativa.

Diversificar con intención y conocimiento es clave para lograr sistemas agrícolas más resilientes, productivos y sostenibles. Incorporar cultivos funcionales, adaptados al entorno y con objetivos claros, fortalece la autonomía productiva, mejora la rentabilidad y promueve un manejo más equilibrado del agroecosistema. Para que la diversificación sea efectiva, es fundamental realizar un diagnóstico del sistema, elegir especies adecuadas y contar con acompañamiento técnico.

Si estás interesado en integrar este enfoque en tu parcela, acércate a los equipos del CIMMYT en tu región. Identifica tu hub más cercano y recibe orientación especializada para diseñar una estrategia de diversificación acorde a tu realidad productiva.