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Tips para diseñar e implementar un sistema MIAF en terrenos de ladera

Conoce los pasos clave para establecer un sistema agroecológico que mejora la productividad, conserva el suelo y fortalece la seguridad alimentaria en zonas con pendiente.

La Milpa Intercalada con Árboles Frutales (MIAF) es una de las tecnologías más adoptadas por productores en zonas de ladera, ya que permite conservar el suelo, mejorar los rendimientos y fortalecer la seguridad alimentaria. Este sistema contribuye a mitigar los efectos del cambio climático, evitar el desmonte de nuevas tierras y aprovechar mejor parcelas con pendientes.

El principio del sistema es sencillo: establecer, en un mismo terreno, franjas de cultivos —como maíz, frijol o calabaza— intercaladas con hileras de árboles frutales. Estos árboles, sembrados a un metro de distancia, actúan como anclaje para la formación gradual de terrazas y ayudan a disminuir significativamente los escurrimientos. Te compartimos los siguientes consejos clave para establecer tu módulo MIAF:

Selecciona el terreno adecuado

Productor selecciona un terreno de ladera limpio y preparado para establecer un sistema MIAF, sin desmontes forestales y con cultivos agrícolas en desarrollo. (Foto: Open AI, ChatGPT)
Productor selecciona un terreno de ladera limpio y preparado para establecer un sistema MIAF, sin desmontes forestales y con cultivos agrícolas en desarrollo. (Foto: Open AI, ChatGPT)
  • Debe ser un terreno ya dedicado a milpa o a maíz.
  • No se recomienda en zonas de uso forestal.
  • Prepara el terreno con base en las prácticas de labranza locales.

Mide la pendiente y define el ancho del módulo

Productores miden la pendiente del terreno utilizando el aparato ‘A’ y el nivel de manguera, herramientas clave para definir el ancho del módulo MIAF y trazar curvas a nivel que ayudan a conservar el suelo y el agua. (Foto: Open AI, ChatGPT)
Productores miden la pendiente del terreno utilizando el aparato ‘A’ y el nivel de manguera, herramientas clave para definir el ancho del módulo MIAF y trazar curvas a nivel que ayudan a conservar el suelo y el agua. (Foto: Open AI, ChatGPT)
  • Para pendientes menores al 20 %, el módulo debe medir 14.5 metros.
  • Para pendientes mayores al 20 %, debe medir 10.6 metros.
  • Utiliza el aparato “A” (superficies pequeñas) o el nivel de manguera (superficies grandes) para trazar curvas a nivel.

Escoge la modalidad según el tipo de suelo

A la izquierda, terraza de muro vivo (TMV) en formación con árboles y cultivos intercalados en un terreno de pendiente moderada. A la derecha, barrera viva (BV) en un terreno con pendiente pronunciada, donde se observa el uso de un filtro de escurrimiento con materiales vegetales para conservar el suelo y reducir la erosión. (Foto: Open AI, ChatGPT)
A la izquierda, terraza de muro vivo (TMV) en formación con árboles y cultivos intercalados en un terreno de pendiente moderada. A la derecha, barrera viva (BV) en un terreno con pendiente pronunciada, donde se observa el uso de un filtro de escurrimiento con materiales vegetales para conservar el suelo y reducir la erosión. (Foto: Open AI, ChatGPT)
  • Terraza de muro vivo (TMV): se recomienda cuando el suelo tiene más de 1 m de profundidad.
  • Barrera viva (BV): ideal para suelos menos profundos, combinada con labranza de conservación.
  • En ambas modalidades, instala un filtro de escurrimiento sobre la hilera de árboles, y usa residuos de cosecha y poda.

Establece árboles frutales con valor de mercado

Productor poda un árbol frutal en un sistema MIAF, favoreciendo un mejor desarrollo y la obtención de frutas de valor comercial como el durazno, en asociación con cultivos de milpa. (Foto: Open AI, ChatGPT)
Productor poda un árbol frutal en un sistema MIAF, favoreciendo un mejor desarrollo y la obtención de frutas de valor comercial como el durazno, en asociación con cultivos de milpa. (Foto: Open AI, ChatGPT)
  • Selecciona especies adaptadas al clima local.
  • Elige variedades que produzcan en época de baja oferta, para mejorar los ingresos.
  • En zonas templadas se recomienda manzano, durazno, tejocote, pera o aguacate.
  • En zonas tropicales y subtropicales, mango, guayaba, limón, naranja, carambolo o chicozapote.

Siembra una milpa diversificada

Productores realizan labores de mantenimiento en una milpa diversificada con franjas de maíz, frijol, calabaza y quelites, promoviendo la biodiversidad y la salud del suelo dentro de un sistema MIAF. (Foto: Open AI, ChatGPT)
Productores realizan labores de mantenimiento en una milpa diversificada con franjas de maíz, frijol, calabaza y quelites, lo que promueve la biodiversidad y la salud del suelo dentro de un sistema MIAF. (Foto: Open AI, ChatGPT)
  • Prioriza maíz y frijol, por su aporte a la seguridad alimentaria.
  • Según el patrón de cultivo, puedes incluir calabaza, chícharo, tomate de cáscara, quelites, papa o flores.
  • La diversidad reduce el uso de fertilizantes, herbicidas e insecticidas.

Asegura acompañamiento técnico

Técnico agrícola asesora a productores en campo durante la revisión de un árbol frutal. (Foto: Open AI, ChatGPT)
Técnico agrícola asesora a productores en campo durante la revisión de un árbol frutal. (Foto: Open AI, ChatGPT)
  • Es fundamental contar con asesoría continua al menos durante los primeros tres o cuatro ciclos.
  • La poda, formación y manejo fitosanitario de los árboles son claves para obtener fruta de calidad.

Considera la vocación productiva de la zona

Parcela consolidada en producción con árboles frutales y milpa en diferentes estadios de desarrollo, mostrando la integración del sistema MIAF con el paisaje local. Al frente, cosecha de frutas listas para autoconsumo o venta en el mercado. (Foto: Open AI, ChatGPT)
Parcela consolidada en producción con árboles frutales y milpa en diferentes estadios de desarrollo, mostrando la integración del sistema MIAF con el paisaje local. Al frente, cosecha de frutas listas para autoconsumo o venta en el mercado. (Foto: Open AI, ChatGPT)
  • Elige especies y patrones de cultivo que respondan a la ecología local y las prácticas tradicionales.
  • Esto facilita el manejo y mejora la aceptación comunitaria del sistema.

Con un diseño técnico adecuado y acompañamiento oportuno, el sistema MIAF convierte terrenos en ladera en espacios productivos, resilientes y sostenibles. Además de conservar el suelo y captar carbono, diversifica la dieta familiar y abre oportunidades comerciales.

El CIMMYT, junto con aliados locales, promueve el establecimiento de módulos MIAF como parte de su estrategia para fortalecer la seguridad alimentaria y la sostenibilidad en comunidades rurales.

¿Listo para empezar? Acércate al equipo técnico del Hub más cercano, para recibir asesoramiento en la planificación de tu módulo MIAF con una visión a largo plazo.