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La SADER, el INIFAP y el CIMMYT comienzan una nueva etapa para apoyar al sector agroalimentario

El titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural consideró fundamental que programas como MasAgro continúen para garantizar la alimentación ante la crisis global, que pone a prueba a los sectores económico, salud y agroalimentario del país.

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Para articular capacidades dentro de Cultivos para México que permitan al sector superar la situación actual y la futura, el secretario Víctor Villalobos convocó a fortalecer la coordinación entre el INIFAP y el CIMMYT, instituciones que colaboran estrechamente para desarrollar investigación agrícola.

Durante la reunión (a distancia) del Consejo Directivo del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), el doctor Víctor Villalobos Arámbula, titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) —quien presidió de forma honoraria la reunión—, señaló que la crisis global por COVID-19 ha puesto en el centro de atención a la salud, la economía y —particularmente— la producción y disponibilidad de alimentos. Resaltó que, a pesar de la situación, la dependencia a su cargo está buscando los medios y las alianzas para garantizar la operación del programa MasAgro —de la SADER y el CIMMYT—, al que consideró fundamental para atender a las comunidades más vulnerables del país.

“El aumento de los rendimientos en los estados donde está actuando la colaboración de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, el CIMMYT y sus colaboradores es muy importante, particularmente para la agricultura familiar y de autoconsumo. Un incremento de los rendimientos, producto de la investigación y la transferencia de conocimientos, permite ver cómo la estrategia está impactando en aspectos fundamentales como la conservación de los recursos naturales y la calidad de vida de las comunidades rurales”, mencionó el secretario.

También enfatizó que la secretaría que representa; el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP); y el CIMMYT comienzan “una nueva etapa para juntos desarrollar esquemas productivos que tengan un importante impacto en México y el resto del mundo”. La sinergia entre estas instituciones permitirá articular conocimientos y capacidades “para aterrizarlos en un país diverso y heterogéneo que requiere una particular atención a sus sistemas y modelos de producción para poder incrementar sus rendimientos e ingresos y también mantener sus costumbres”, enfatizó Villalobos.

Al respecto, el doctor Bram Govaerts —director global del Programa de Desarrollo Estratégico y representante regional para las Américas del CIMMYT— mencionó que Milpa Sustentable en la Península de Yucatán es una inspiración y un ejemplo de cómo, junto con las productoras y los productores, se puede conjugar el conocimiento tradicional y el científico en favor de las comunidades. Y presentó a los asistentes (virtuales) los resultados más recientes de los trabajos del CIMMYT en México, enfatizando que estos se han logrado trabajando de forma conjunta con el INIFAP y diversos centros de investigación y universidades del país que han sumado sus conocimientos en favor de la sociedad mexicana.

A través de MasAgro, se caracterizaron 42,000 muestras de maíz —incluyendo 24,000 de maíces nativos—, generando más de 50 billones de datos que, además de alimentar el Atlas Molecular de Maíz, son útiles para encontrar variedades resistentes a calor, sequía y enfermedades; realizar mejoramiento participativo con productoras y productores (a la fecha se han realizado 168 ensayos y viveros de maíz nativo); y desarrollar nuevos híbridos mexicanos que impulsen una industria semillera nacional (se han desarrollado 112 híbridos de maíz y se ha apoyado a 70 semilleras nacionales, 50% de las cuales surgieron a partir de asociaciones de productores).

El doctor Govaerts mencionó además que el CIMMYT mantiene su compromiso con la sociedad mexicana ante la situación actual y a futuro: a través de MasAgro se han identificado las zonas de alta y muy alta marginación que pueden ser vulnerables —desde el punto de vista agroalimentario— ante el COVID-19; se sigue trabajando para conectar a los pequeños productores con nuevos modelos de mercado bajo el esquema de Maíz para México; y se mantiene el compromiso de elaborar durante este sexenio el Atlas Molecular de Trigo, un bien público internacional de México para el mundo.

Durante su intervención, el doctor Luis Ángel Rodríguez del Bosque —titular del INIFAP— enfatizó que la larga trayectoria de colaboración con el CIMMYT se reforzará en esta nueva etapa (a través de la investigación colaborativa, estas instituciones identificaron el año pasado 24 líneas de alto potencial para el mercado nacional de trigo). Y, finalmente, el doctor José Cacho —del Consejo Nacional Agropecuario (CNA)— pidió a todos los asistentes impulsar el plan Maíz Para México, liderado por la SADER: “va a transformar el destino de los productores de maíz en México. Es un proyecto único en la historia. Con la participación del CIMMYT y el INIFAP, se podrá integrar a los productores a la cadena de valor de manera real y a largo plazo”.