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Conocer el suelo para regenerarlo

Un proyecto de agricultura regenerativa impulsado por Grupo Bimbo y el CIMMYT está identificando las mejores prácticas para conservar y regenerar los suelos. El análisis de las propiedades de los suelos son el primer paso para esta tarea.

Cultivo de trigo en el norte de México. (Foto: CIMMYT)
Cultivo de trigo en el norte de México. (Foto: CIMMYT)

Actualmente se estima que el 52 % de la tierra utilizada para la agricultura está moderada o severamente afectada por la degradación (ONU, 2020), por lo que, a medida que la población mundial aumenta y las necesidades de abastecimiento de alimentos también, regenerar los suelos se vuelve una tarea cada vez más urgente.

Regenerar los suelos agrícolas no es una tarea sencilla, pero tampoco es imposible. Proyectos como Trigo Regenerativo Bimbo lo están haciendo realidad de la mano de cientos de agricultores mexicanos que están adoptando prácticas de agricultura de conservación con el acompañamiento del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), con el cual Grupo Bimbo colabora para esta iniciativa.

Uno de los primeros pasos para regerar los suelos es conocer sus características. Hay una gran diversidad de suelos y cada uno de estos facilita o dificulta la actividad agrícola. En el Bajío —una de las regiones donde se desarrolla el proyecto en mención— predominan los suelos tipo vertisol, cuya capacidad de retención de nutrientes y humedad puede  ayudar a incrementar la  fertilidad del cultivo, pero también afectarlos si estos no son manejados adecuadamente.

Los vertisoles son suelos arcillosos, albergan una alta proporción de arcillas expansivas, es decir, se hinchan en contacto con el agua —como el barro, que con agua se vuelve un material moldeable—. Esto tiene consecuencias en el proceso productivo: en condiciones de sequía, las arcillas se contraen y el suelo se agrieta, provocando ruptura de raíces; por el contrario, con la presencia de lluvias frecuentes o riegos abundantes, el suelo retiene demasiada humedad llegando a provocar asfixia en las raíces de los cultivos; es decir que la baja disponibilidad de oxígeno en el suelo debido al exceso de humedad dificulta la respiración de la planta a través de las raíces.

De acuerdo con un muestreo para análisis de fertilidad en el marco del proyecto, más de la mitad de los terrenos que participan en él, en Guanajuato, presenta textura arcillosa y también sodio en una proporción que podría acentuar el problema de asfixia radicular. Además, la baja permeabilidad que presentan también tiene repercusión en la biología del suelo, así como en el ciclo de algunos nutrientes: un ambiente con baja oxigenación favorece la presencia de patógenos —como Fusarium, que puede provocar enfermedades en una amplia gama de cultivos, incluyendo maíz y trigo— y provoca la pérdida de nitrógeno dando como resultado la formación de oxido nítrico y oxido nitroso, gases que favorecen de forma importante el calentamiento global.

Para asegurar un buen desarrollo de los cultivos en este tipo de suelos con alto contenido de arcilla es crucial que se formen agregados, es decir, partículas de suelo, materia orgánica y otros componentes minerales unidos en una especie de bloques que le dan al suelo su estructura, porosidad y permeabilidad.

La incorporación de materia orgánica y el mínimo movimiento del suelo favorecen la formación de agregados, la porosidad y la oxigenación interna del suelo. Por esta razón, con los productores que participan en el proyecto de Grupo Bimbo y el CIMMYT se están impulsando prácticas de agricultura regenerativa que se basan en la agricultura de conservación —sistema donde la mínima labranza y la cobertura del suelo son fundamentales para mejorar la estructura y calidad del suelo—, así como en estrategias de fertilidad integral.

Como punto de partida para el análisis de fertilidad se han hecho muestreos de suelos para saber si existe alguna limitante para que los cultivos absorban los nutrientes o cuáles de estos nutrientes están o no disponibles, entre otros aspectos. Así, ha sido posible identificar que en ciertos casos ha sido necesario suplementar algunos minerales vía foliar  —aplicando directamente a las hojas— o aplicar yeso agrícola para mejorar las propiedades del suelo.

Así, para el pasado ciclo otoño-invierno 21/22 más de mil hectáreas implementaron prácticas encaminadas a optimizar la fertilidad. Estos resultados sólidos, que muestran el compromiso de los impulsores del proyecto con la regeneración suelo, son también el testimonio de que la agricultura regenerativa ofrece amplios beneficios a los agricultores que la implementan.

Trigo Regenerativo Bimbo es un proyecto de Grupo Bimbo que cuenta con el soporte científico del CIMMYT para fomentar prácticas sustentables que permiten regenerar los suelos y conservarlos, dándole valor a la producción sustentable a fin de mejorar las condiciones de vida de los productores.  Esta iniciativa contribuye a generar sistemas agroalimentarios para la nutrición y la conservación de medioambiente a través del abastecimiento de trigo producido localmente bajo criterios de sustentabilidad.