Alejandro Ramírez

El testimonio de esta productora oaxaqueña es un ejemplo de cómo la diversificación de cultivos es una práctica sustentable con notables beneficios tanto para la nutrición, como para la economía de las familias.

Con capacitación, asociatividad y liderazgo, esta familia de Chiapas ha hecho de la agricultura sustentable un motor de negocios prósperos y sostenibles.

La participación activa de las mujeres rurales en los proyectos de desarrollo agrícola ha sido una pieza fundamental para impulsar la transformación sostenible en comunidades del Sur-Sureste de México, Guatemala y Honduras.

“Aprendimos el cultivo de las flores en el módulo, y ahora vivimos de eso”, relata una productora de Chiapas. Aquí su historia.