El proyecto Maíz mejorado para los suelos de África (IMAS) atiende el problema de la escasez de nitrógeno en el suelo.

Datos de un informe publicado por el IPCC indican que es muy probable que las olas de calor ocurran con más frecuencia y mayor intensidad en el siglo 21 y que las lluvias serán más erráticas.

En un mundo donde se proyecta que la población alcanzará los 9,000 millones para el 2050, la producción de grano debe aumentar para satisfacer la creciente demanda de alimentos.

En 2015 CIMMYT-SARO cumplió 30 años de generar nuevas variedades de maíz adaptadas a las necesidades de los pequeños productores de Zimbabwe y la región de África subsahariana.

Los científicos creen que el maíz —debido a su versatilidad y resiliencia— puede ayudar a elevar la productividad agrícola en varias zonas de Orissa propensas a la sequía.