Como parte del esfuerzo del Programa Modernización Sustentable de la Agricultura Tradicional (MasAgro) para mejorar la seguridad alimentaria de maíz nativo en áreas marginadas de Oaxaca, del 19 al 21 de febrero, se realizó un Taller de Diseño Experimental para mejorar precision de datos en mejoramiento de maices nativos en campos de pequeños productores al que acudieron colaboradores del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) y la Universidad Autónoma Chapingo (UACh)- Centro Regional Universitario Sur.
El objetivo es seguir impactando en las comunidades marginadas de Oaxaca, adaptándonos a las condiciones de laderas, suelos pobres, disparejos, y fraccionados, que frequentemente caracterizan a las las parcelas de los productores de maíz nativo. La variabilidad enfrentada por cientificos en el diseño de experimentos en campos de productores, combinada con la variabilidad de la estructura poblacional de los maices nativos dificultan disenos eficientes.
El curso-taller fue coordinado por la Dra. Martha Willcox de Maíces Nativos del CIMMYT y diseñádo con Dr. Juan Burgueño y M.C. Claudio Ayala quienes impartieron la materia en busca de facilitar la investigacion de mejoramiento en el campo de los pequeños productores, y de seguir trabajando en beneficio de más de 400 productores oaxaqueños. La base multi-disciplinaria del proyecto integra el mejoramiento genetico manejo agronomíco, y también la bioestadísitica, para generar mayor valor y comprobar científicamente el beneficio que estamos logrando en el campo de los productores más pobres del país.
Resaltamos que en los cuatro años de trabajo del proyecto de mejoramiento participativo (2014-2017), INIFAP, UACh y el CIMMYT han comprobado que el maíz nativo, en comunidades marginadas con las características antes mencionadas, no solamente rinde más, sino también tiene mejor retorno de inversión en beneficio para el productor. La diversidad de producción de maíz por productores pequeños en tantos nichos ecológicos fuera de las zonas más favorables para la agricultura comercial intensiva, abarca zonas donde no han entrado ni trabajado programas de mejoramiento de híbridos, dadas las condiciones extremas de neblinas, sequías, enfermedades, y donde los maíces nativos presentan mejor adaptación, y poseen calidad culinaria para la elaboración de platillos cotidianos y de festividades locales.
Además, no sólo se han logrado mejorar las producciones para el autoconsumo, sino también se ha conectado a los productores a mercados gastronómicos. Durante los años del proyecto y con su apoyo la exportación inició con 10,000 kilogramos en 2014 a más de 900,000 en 2017.
