Del 16 al 31 de octubre, el proyecto Intensificación Sustentable de los Sistemas de Producción de Maíz y Leguminosas para la Seguridad Alimentaria en África Oriental y África Austral (SIMLESA) llevó a cabo la revisión de mediano plazo (MTR) de sus actividades de investigación y desarrollo en la estación y en finca. SIMLESA hizo esta revisión para evaluar los resultados del proyecto y recomendar acciones para hacer ajustes en las actividades. La última MTR se llevó a cabo en 2012.
Para concluir la revisión, se llevó a cabo una junta de dos días con la participación de 40 personas, incluidos representantes del Centro Australiano de Investigación Agrícola Internacional (ACIAR), la Alianza de Queensland para la Agricultura y la Innovación Alimentaria, el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT), el Instituto Internacional de Investigación Pecuaria (ILRI), los sistemas nacionales de investigación agrícola de Etiopía, Malawi, Mozambique, Kenia y Tanzania, y científicos del CIMMYT en Etiopía, Kenia y Zimbabwe.
El objetivo principal de SIMLESA es mejorar la seguridad alimentaria de 650,000 familias campesinas aumentando la producción de alimentos y los ingresos de agricultores vulnerables pero comercialmente viables para el 2023.
Un equipo de cinco integrantes de ACIAR, la institución patrocinadora de SIMLESA, evaluó los diferentes sistemas de producción de maíz-leguminosas y forraje/pastos en los países que abarca el proyecto, Etiopía, Kenia, Malawi y Tanzania, y un países adicional, Uganda. El equipo analizó también los informes y presentaciones de Mozambique, y Botswana y Rwanda, los países adicionales donde trabaja SIMLESA.
En la junta que realizaron en Addis Abeba, Etiopía, el 31 de octubre, todo el grupo de la MTR reconoció que los sistemas de producción de maíz-leguminosas con AC son una intervención muy importante para reducir la vulnerabilidad y la inseguridad alimentaria de los pequeños agricultores.
El líder de la MTR, Bruce Pengelly, dijo que la segunda fase de SIMLESA permitirá al proyecto dar un mejor apoyo a las actividades regionales y que lo colocará en una mejor posición estratégica frente a sus colaboradores del gobierno y de organizaciones no gubernamentales y de desarrollo. Su recomendación a quienes participan en el proyecto SIMLESA fue: “Quizá en este momento no les convenga emprender un proyecto nuevo, que exige mucho trabajo….esta es la fase de la consolidación en que ustedes tendrán que mejorar las actividades planeadas.”
El copresidente del Comité de Supervisión de SIMLESA, Eric Craswell, dijo: “Presentar nuestro programa de trabajo sigue siendo un gran reto. Podremos vencer este Podremos vencer este reto con programas que demuestren los valores de la investigación y el desarrollo agrícolas mediante el uso de sistemas de producción de maíz-leguminosas, y que nos ayuden a compartir las lecciones aprendidas y la experiencia que hemos adquirido.”
Mulugetta Mekuria, líder de SIMLESA, recalcó que “Si bien podemos ver que hicimos un buen trabajo e hicimos grandes progresos, sabemos que aún existen grandes retos que tendremos que superar. Lograremos nuestros objetivos si todos los grupos interesados trabajan juntos con una meta en común.”
En general, los ensayos exploratorios en finca y en estaciones que se implementaron durante la primera fase (2010-2014) mostraron la utilidad de las tecnologías que fueron adoptadas por los agricultores. Sin embargo, los esfuerzos concertados de las instituciones de investigación y la capacitación continua de los extensionistas son esenciales para que SIMLESA genere impactos a largo plazo en la segunda fase (2014-2018). Otro reto es establecer actividades sólidas de monitoreo y evaluación, desarrollo y comunicaciones, así como integrar el género en la forma en que los SNIA planean y piensan.
De acuerdo con estudios del monitoreo de la adopción, más de 46,000 agricultores de los sitios de SIMLESA adoptaron las tecnologías de la AC y las variedades mejoradas de maíz-leguminosas en 2013. Como resultado de los ensayos exploratorios en finca, en 2014, más del 68% de los agricultores estaban usando dos más de estas tecnologías en Mozambique. En los seis distritos de Malawi donde trabaja SIMLESA aumentó el uso de las tecnologías de la AC en un promedio de 4% desde el primer año a 38% en 2013. Este año, el proyecto llegó a 173,533 agricultores en total, en comparación con la meta de 143,607, lo cual representa el 21% de aumento en el número de agricultores.
SIMLESA planeó reducir en 30% los riesgos en 2023. Con los datos que SIMLESA recopiló en Malawi, el proyecto encontró que las oportunidades de producir rendimientos sumamente bajos eran en realidad mucho mayores de lo que habían afirmado muchos estudios. Esto indica que la diversificación de los cultivos y la labranza mínima son estrategias que reducen los riesgos implícitos en la producción de maíz.
Al dirigirse a los participantes durante la junta, el agrónomo especialista en sistemas de producción de SIMLESA Isaiah Nyagumbo dijo que durante los primeros cinco años, el proyecto se enfocó en el establecimiento de ensayos en finca y en estación para crear y ensayar sistemas de maíz-leguminosas productivos, resilientes y sostenibles que están bien adaptados a los ámbitos socioeconómicos, agroecológicos y culturales de cada país.
En total se seleccionaron 268 variedades de maíz y 378 de leguminosas en finca con la participación de los agricultores. “De éstas, las variedades de maíz y de leguminosas de mejor comportamiento que satisfacían las preferencias de los agricultores fueron seleccionadas y distribuidas por compañías colaboradoras”, reportó Peter Setimela, especialista en sistemas de semilla de SIMLESA. Las mejores variedades rindieron de 30 a 40% más en condiciones de sequía y de 20 a 25% más en condiciones óptimas en comparación con los testigos comerciales.
En octubre de este año, se habían establecido 56 plataformas de innovación agrícola y estaban operando en 31 sitios, según Michael Misiko, la persona responsable de las actividades de difusión del proyecto.
Gracias al proyecto, 22 estudiantes de doctorado se inscribieron en diferentes universidades de Sudáfrica, Australia, Etiopía y Kenia. Otros 42 estudiantes estaban haciendo estudios de maestría en universidades nacionales en los países colaboradores de SIMLESA. Tres de los 64 miembros del personal de los SNIA patrocinados por SIMLESA se graduaron (dos de doctorado, de Tanzania y Kenia, y uno de maestría, de Rwanda). Dos candidatos a maestría de Mozambique, que estudian en la Universidad del Estado Libre de Sudáfrica, mandaron manuscritos de sus tesis y planean graduarse este año.
“Estamos motivados por los avances que hemos hecho hasta ahora y esperamos tener un impacto medible en los próximos años. Las nuevas áreas de investigación, la integración cultivos/ganadería, los mecanismos de vinculación con el mercado, las plataformas de innovación agrícola, las prácticas de la agricultura climáticamente inteligente y la formación de capacidades, son los nuevos retos que el proyecto tiene por delante en los próximos años”, enfatizó Mekuria.