El carácter colaborativo de la iniciativa Descubrimiento de la Diversidad Genética de las Semillas (SeeD, en inglés) fue subrayado durante un seminario celebrado el 12 del mes en curso, cuando Hans Braun, director del Programa Mundial de Trigo del CIMMYT, hizo un llamado a sostener “una conversación abierta y franca entre asociados”. Los 25 participantes, provenientes del CIMMYT y del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), se dieron cita en El Batán para asistir a una reunión de trabajo coordinada por Carolina Saint Pierre, Coordinadora de Caracterización Fenotípica de Trigo, con el fin de dialogar sobre el desarrollo, como parte de SeeD, de proyectos colaborativos orientados a caracterizar los fenotipos de trigo. SeeD es uno de los componentes de MasAgro.
En la sesión de apertura, Peter Wenzl, coordinador de SeeD, señaló que la colaboración dentro de la iniciativa resultará de vital importancia para el éxito del proyecto. “El CIMMYT no puede realizar todo el trabajo solo”, comentó. Además de participar en alianzas con el INIFAP y el Centro Internacional de Investigación Agrícola para Zonas Áridas (ICARDA), esta iniciativa colaborará también con el Instituto James Hutton (Reino Unido) en el área del manejo de datos y con DArT P/L (Australia) en la caracterización molecular de las accesiones del banco de germoplasma, mediante el establecimiento en México del Servicio de Análisis Genético para la Agricultura.
Se espera que la iniciativa SeeD, al estudiar extensamente y clasificar la composición genética de la colecciones de semilla, pondrá a la disposición de todo el mundo información relevante sobre la biodiversidad global del maíz y del trigo. Wenzl explica que “quieren establecer un Google para recursos genéticos”.
Dentro de este contexto, la “caracterización fenotípica” tiene por objeto descubrir de qué mecanismos se valen las plantas para resistir las condiciones de campo. Resulta esencial evaluar las distintas características de las plantas en diferentes medios ambientes para lograr entender la información codificada en los genomas vegetales. Esta evaluación también permitirá reunir más información acerca de los genes que afectan la capacidad de las plantas de resistir el cambio climático y la escasez de recursos.
La identificación de recursos genéticos que pueden ser útiles en el fitomejoramiento beneficiará no solamente a México; según Wenzl, “este proyecto, en particular, se debe considerar un proyecto de México para el mundo”. Se espera que este objetivo, aunque ambicioso, se pueda alcanzar mediante el intercambio de metodologías de investigación y la conjunción de esfuerzos entre los colaboradores de la iniciativa. El INIFAP y el CIMMYT aprovecharon esta reunión para comenzar el proceso de identificar módulos de trabajo conjunto a fin de abordar los retos que enfrenta el fitomejoramiento, como aumentar la tolerancia del trigo al calor, la sequía y las enfermedades.