Del 6 al 14 de junio de 2011, 24 especialistas en trigo de diferentes instituciones y regiones kazajas hicieron un recorrido de 1,400 kilómetros por las zonas sur, sureste y suroeste de Kazajistán, como parte de un seminario itinerante sobre mejoramiento, recursos fitogenéticos y biotecnología que coordinó el CIMMYT. El objetivo principal del evento era que los participantes evaluaran las actividades en la región y definieran cómo seguir coordinándolas en el futuro, así como promover el uso de tecnologías modernas. El grupo visitó parcelas de agricultores y los principales organismos del sector agrícola, entre ellos, el Instituto de Botánica y Biotecnología, el Instituto de Investigación Avanzada sobre Producción de Cultivos, la estación experimental Krasnovodopad, el Centro de Investigación Agropecuaria del Suroeste y el Instituto de Investigación Avanzada para la
Producción de Arroz.
Los participantes en el seminario coincidieron en que una de las tareas más importantes hoy en día es elevar el rendimiento de los cultivos y que esto se puede lograr si se generan variedades nuevas, si se hace un buen uso de los recursos fitogenéticos y si se aplican herramientas biotecnológicas modernas—una tarea que actualmente es obstaculizada por la escasa vinculación entre la biotecnología, el fitomejoramiento y el uso de recursos fitogenéticos en el país. Kazajistán tiene mayor capacidad biotecnológica y sus colecciones de plantas son más extensas que las de otros países de Asia Central, pero los estudios en aquellas áreas se realizan en paralelo, sin que se establezca una interacción directa entre mejoradores y biotecnólogos. En muchos casos, los adelantos en el campo de la biotecnología o la biología
y sus aplicaciones se quedan en los laboratorios, los mejoradores raramente los aprovechan o, si llegan a tener acceso a ellos, los utilizan a un nivel muy rudimentario.
El uso de métodos biológicos modernos podría acelerar considerablemente los procesos del mejoramiento, elevar los rendimientos y ayudar a obtener caracteres con alto valor agronómico y económico. En el caso de Kazajistán, cuya agricultura es considerada “de riesgo”, la biotecnología podría ayudar a mejorar variedades de alto rendimiento y tolerantes a factores desfavorables.