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El maíz tolerante a la sequía del CIMMYT: una innovación clave para millones de agricultores, dice la FAO

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Así como los expertos en clima pronosticaron otro calentamiento global con El Niño a principios de 2019, las variedades de maíz desarrolladas bajo la iniciativa del Maíz Tolerante a la Sequía para África (DTMA por sus siglas en inglés) representan innovaciones de bajo costo que podrían mejorar la resiliencia al cambio climático y los medios de vida de millones de agricultores familiares en toda África, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

El maíz tolerante a la sequía (DT por sus siglas en inglés) estuvo entre las 20 historias de éxito presentadas en la Feria de Innovación del Simposio internacional sobre innovación agrícola en favor de los agricultores familiares, organizada por la FAO en Roma del 21 al 23 de noviembre de 2018. Reuniendo a más de 500 participantes de asociaciones agrícolas, organizaciones internacionales, organismos de las Naciones Unidas, gobiernos, instituciones de investigación y el sector privado, la Feria tuvo como objetivo idear y recomendar acciones que revelen el potencial de la innovación agrícola.

Semillas tolerantes a la sequía: Una forma asequible y efectiva para afrontar el clima seco

“Desde principios de la década de 1990, los agricultores en Zimbabue enfrentan lluvias irregulares y los cultivos de maíz a menudo fracasan debido a las frecuentes sequías”, dijo Cosmos Magorokosho, mejorador de maíz en la oficina del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) en Harare, Zimbabue.

Dirigido por el CIMMYT, financiado por la Fundación Bill & Melinda Gates y la Fundación Howard Buffett, y la participación de 13 programas nacionales de mejoramiento de maíz y varias compañías de semillas en toda África, el Maíz Tolerante a la Sequía para África es responsable de más de 160 variedades nuevas de maíz, incluyendo 15 en Zimbabue que rinden de 25 a 30 % más que las variedades convencionales en condiciones secas y se comportan tan bien como las variedades en condiciones de lluvia normal. Esto último fue crucial para convencer a las compañías de semillas de tomar y comercializar el maíz tolerante a la sequía, según Magorokosho.

En un estudio sobre el sur de Zimbabue propenso a la sequía, los agricultores que utilizaron las variedades tolerantes a la sequía en años secos pudieron cosechar hasta 600 kilogramos más de maíz por hectárea, lo que equivale a 240 USD y suficiente maíz por 9 meses para una familia promedio de 6 personas, en comparación con los agricultores que siembran variedades convencionales. La seguridad alimentaria adicional no tiene un costo extra y, si los agricultores deciden vender el grano, genera un ingreso adicional para otras necesidades del hogar.

Bajo la iniciativa del Maíz Tolerante al Estrés para África, el CIMMYT y sus socios continúan desarrollando variedades de maíz que no solo enfrentan la sequía, sino también dificultades comunes, como las plagas de insectos, enfermedades como la necrosis letal del maíz y los suelos infértiles.

Las asociaciones público-privadas permiten la innovación impulsada por la demanda

La adopción de nuevas tecnologías o prácticas puede representar riesgos inaceptables para los agricultores familiares de escasos recursos, las cuales viven sin las redes de seguridad oficiales que disfrutan sus pares en economías prósperas y simplemente morirán de hambre si sus cultivos fallan. De acuerdo con Bram Govaerts, director global de Innovación Estratégica del CIMMYT, involucrar a los agricultores, las compañías de semillas y otros usuarios finales en el desarrollo es esencial para que las innovaciones agrícolas se adopten y sean sostenibles.

“El diálogo con las compañías mundiales de procesamiento de alimentos puede crear oportunidades de mercado para los pequeños agricultores a través de enfoques como el abastecimiento local y responsable”, dijo Govaerts durante la sesión “Involucrar al sector privado para acelerar la innovación agrícola”.

“Más de 3 300 agricultores mexicanos en más de 35 000 hectáreas en 5 estados se beneficiarán de acuerdos de abastecimiento responsables, por lo que las compañías les pagan para cultivar el grano usando prácticas agrícolas sostenibles”, explicó Govaerts, y agregó que se estima que los agricultores suministrarán unas 400 000 toneladas de grano a las compañías participantes dentro de los próximos 3 a 5 años.

La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) apoya estas y otras asociaciones público-privadas a través de sus inversiones en MasAgro, que estudia, desarrolla y transfiere prácticas y tecnologías agrícolas innovadoras al campo, enfocándose en los agricultores familiares.

En septiembre, la Oficina Regional de la FAO para América Latina y el Caribe reconoció a MasAgro como una iniciativa replicable y escalable que podría contribuir significativamente al desarrollo rural sostenible en esa región.

Estos dos ejemplos impactantes muestran que la innovación agrícola solo puede tener éxito a través de asociaciones de investigación y desarrollo bien pensadas, y construir tales colaboraciones es una ciencia por sí sola.