Brenna Goth
El CIMMYT facilitó el antídoto que salvó la vida de un hombre que había sido mordido por una serpiente en Kiboko, Kenia.
El 13 de noviembre, una cobra escupidora roja atacó a un hombre que atendía a su ganado cerca del mercado de Kiboko, nos cuenta Joel Mbithi, que es técnico de campo del CIMMYT. Después de vomitar y decir que le dolía la cabeza, el hombre cayó en coma. Rápidamente fue llevado al dispensario de Kiboko.
Ésta no es la primera vez que personal del CIMMYT ha presenciado algo así. Hace varios años, un trabajador de Kiboko murió a causa de una mordedura de serpiente. Después de ese incidente, el CIMMYT consiguió un antídoto que neutraliza o contrarresta los efectos de diversos tipos de veneno. Mbithi nos cuenta que como la sustancia no se consigue en Kenia, el CIMMYT tuvo que buscarla e importarla desde Sudáfrica y que el proceso tardó seis meses. “Ningún centro de salud cerca de Kiboto tiene este antídoto y no creo que ninguno en el país lo tenga”, refiere.
El hombre se salvó. En el dispensario, una enfermera le administró 10 milímetros del antídoto que Mbithi guardaba en su oficina. “Inyectaron al hombre y, después de una hora, ya podía hablar y caminar”, relata Mbithi. “Su familia y la comunidad están muy contentos y me pidieron que diera las gracias al CIMMYT por proveer el producto milagroso que salvó la vida de un hombre joven”.