La Oficina Regional del CIMMYT en el sur de África (CIMMYT-SARO) avanza en el combate a la desnutrición, sobre todo entre mujeres y niños, por medio de su investigación y liberación de variedades de maíz naranja.
El maíz naranja está mejorado con nutrientes y aporta un mayor contenido de vitamina A que el maíz blanco. Además, las variedades de este maíz son de alto rendimiento, resistentes a enfermedades y tolerantes a la sequía, lo cual ayuda a los agricultores a contrarrestar los problemas originados por las constantes sequías y el cambio climático.
“El maíz naranja enriquecido con betacaroteno podría traer grandes beneficios a las comunidades consumidoras de maíz, sobre todo para las mujeres y los niños, ya que aporta hasta 50% de la vitamina A que se necesita”, dijo Thokozile Ndhlela, mejoradora de CIMMYT-SARO, que trabaja en un proyecto de mejoramiento de este producto. Según Ndhlela, en el proyecto utilizan métodos convencionales de mejoramiento de maíz naranja no OGM para agregarle betacaroteno. El betacaroneo es un pigmento que las plantas producen de manera natural y que el cuerpo transforma en vitamina A.
La deficiencia de vitamina A es un serio problema de salud en el sur de África (SA), ya que causa ceguera, debilitamiento del sistema inmunológico y otras afecciones. En Zambia, por ejemplo, afecta a más de 50% de los niños de menos de cinco años, según datos del boletín de Feed the Future. Feed the Future es una iniciativa del Gobierno de los Estados Unidos destinada a combatir el hambre y mejorar la seguridad alimentaria.
En Zimbabwe, uno de cada tres niños no se desarrolla de acuerdo con su edad (hasta 32%) o padecen desnutrición crónica, lo cual contribuye a 12,000 decesos cada año, según la UNICEF. La desnutrición predomina más en las zonas rurales, donde habita poco más del 75% de la población total del país (cerca de 13 millones).
Aunque la vitamina A se puede obtener de otros productos como las naranjas, las verduras de hoja oscura y la carne, éstos no se siempre encuentran a la mano o son demasiado costosos. En consecuencia, mucha gente consume grandes cantidades de maíz blanco, que no tiene betacaroteno.
El maíz naranja se puede preparar en una especie de papilla llamada nshima en Zambia y sadza en Zimbabwe. También se le utiliza en otros platillos tradicionales a base de maíz.
El CIMMYT trabaja con HarvestPlus, un organismo del CGIAR que mejora y distribuye cultivos alimentarios ricos en micronutrients destinados a combatir el hambre oculta entre la gente que padece desnutrición. El proyecto de maíz naranja se inició en Harare, Zimbabwe, en 2004, y posteriormente se trasladó a México. Dado que las zonas tropicales de México son similares a las de SA, el germoplasma que se produce en México tiene buena adaptación en las regiones de SA.
En Zambia se ensayaron extensivamente tres híbirdos (GV662A, GV664A y GV665A) y fueron liberados por el Instituto de Investigación Agrícola en colaboración con HarvestPlus. El potencial de rendimiento de estos híbridos es de 9-11 toneladas por hectárea. En octubre de este año se liberará el híbrido GV665A en Zimbabwe. Los tres híbridos están siendo comercializados por tres compañías semilleras en Zambia y se están haciendo ensayos nacionales de otros cuatro antes de ser liberados.
Desde 2012, HarvestPlus ha propor-cionado maíz naranja a más de 10,000 familias campesinas de Zambia. Trabaja con el sector privado a fin de llevar sus productos a 100,000 agricultores para finales de 2015.
El Instituto de Fitotecnia de Zimbabwe expresó su interés en mandar dos de los híbridos a la Autoridad Certificadora de Semilla de Zimbabwe, para que hagan análisis de calidad durante el ciclo 2015- 2016. Malawi, otro país del SA, también identificó híbridos que liberará en 2016.