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Agricultor de Malawi define el verdadero éxito de un proyecto

Shaibu se graduó del programa de AC en 2014, pero siguió implementando los mismos principios y prácticas por su cuenta, sin la intervención o apoyo del CIMMYT.

Las iniciativas de desarrollo tienen verdadero éxito solo cuando los participantes se gradúan, adoptan y se van.

Esnath Shaibu (left) on his farm in Malawi discussing resource allocation on his plots. Photo: C. Thierfelder/CIMMYT
Esnath Shaibu (izq.) en su finca en Malawi habla de la distribución de recursos en sus parcelas. Foto: C. Thierfelder/CIMMYT

LIWONDE, Malawi (CIMMYT) — Esnath Shaibu, pequeño agricultor de Matandika, al sur de Malawi, colaboró con el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) durante siete años para ayudar a establecer ensayos de intensificación de agricultura sustentable con apoyo del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (IFAD).

La finca de Shaibu en Matandika, al igual que muchas otras fincas de la zona, es pequeña, pues mide menos de una hectárea. Matandika ha sido seriamente afectado por los fenómenos del cambio climático y su creciente población está poniendo más presión en la tierra, cada vez más escasa. En los últimos años, los agricultores han experimentado muchas sequías que han afectado su seguridad alimentaria y nutricional. Por esta razón, invertir en conservar y mantener la fertilidad del suelo se ha vuelto un asunto crítico.

Buena parte del sustento y los ingresos de Shaibu proviene de su parcela experimental de .3 hectáreas, donde evalúa el sistema de agricultura de conservación (AC) en los ambientes y condiciones de Matandika.

Los campos en Matandika se encuentran en laderas, por lo cual es necesario sembrar moviendo el suelo lo menos posible para evitar la erosión y el escurrimiento. Los agricultores también han entendido el valor de los residuos del cultivo e intercalan leguminosas en sus campos para intensificar sus sistemas de producción y aumentar la diversificación. Dejar un espacio óptimo entre plantas, sembrar tempranamente y aplicar fertilizante por precisión son otras buenas prácticas que los agricultores de esta zona han perfeccionado.

Durante los ensayos, Shaibu practicó la siembra directa con AC intercalando maíz con chícharo gandul, y comparó los resultados con los de las prácticas de labranza convencional en la siembra solo de maíz. Los rendimientos en las parcelas de Shaibu fueron cada vez más estables bajo el sistema de AC, ya que demostraron ser más resilientes a períodos secos durante el ciclo, a la sequía y a las lluvias esporádicas que suelen caer con gran intensidad.

Shaibu se graduó del programa de AC en 2014, pero siguió implementando los mismos principios y prácticas por su cuenta, sin la intervención o apoyo del CIMMYT.

Cuando durante una visita de campo en 2017, le preguntamos acerca de sus motivos, Shaibu contestó: “Vi algo bueno en esto”, y su saludable cultivo habla por sí mismo.

El caso de Shaibu demuestra que la adopción de tecnología solo tiene éxito si nosotros como practicantes del desarrollo cumplimos con nuestro trabajo y luego nos hacemos a un lado. Shaibu está poniendo en práctica lo que aprendió, pues invierte sus propios recursos para producir un buen cultivo de maíz en una buena porción de su tierra aplicando rigurosamente los principios de la AC. Shaibu también ha convertido otras parcelas de su propiedad a la AC y sigue siendo un promotor influyente de los beneficios de la AC en la comunidad.