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A medida que las mujeres se integran a la fuerza laboral aumenta el consumo de trigo

MasonNicole Mason es profesora asistente de Desarrollo Internacional en el Departamento de Agricultura, Alimentación y Economía de los Recursos de la Universidad Estatal de Michigan.

Actualmente se encuentra en una comisión de largo plazo en el Instituto de Investigación sobre Políticas Agrícolas de Indaba en Lusaka, Zambia. Mason se doctoró en Economía Agrícola en la Universidad Estatal de Michigan (MSU) en agosto de 2011. Su trabajo se enfoca en las varias dimensiones de los programas de subsidio de insumos y de producción en África, que incluyen los aspectos políticos y económicos, al igual que los efectos de esos programas en el comportamiento de los agricultores, en la pobreza, en la desigualdad y en los precios del maíz en el mercado. Antes de trabajar en la MSU, Mason fue voluntaria en el Cuerpo de Paz en Guinea y trabajó con la Asociación para reducir el hambre y la pobreza en África. Mason fue oradora invitada en la conferencia “Trigo para la seguridad alimentaria en África: Diálogos sobre la ciencia y las políticas en el futuro del trigo en África”, celebrada en Addis Abeba, Etiopía, en octubre de 2012, organizada por el Instituto Etíope de Investigación Agrícola (EIAR), CIMMYT, ICARDA, IFPRI, la Unión Africana y el programa de investigación del CG TRIGO.

¿Qué la motivó a estudiar desarrollo internacional y comunicación?

Cuando estaba estudiando en Allegheny College, llevé una clase que se llamaba “Causas de los problemas del medio ambiente en África”, que impartía el Dr. Terrence Bensel, profesor de economía aplicada y exvoluntario en el Cuerpo de Paz. Él despertó mi interés en África y en el Cuerpo de Paz, y al terminar mis estudios me uní como voluntaria a este último. Tuve el privilegio de servir como voluntaria en la comunidad rural de Dalein, en la región de Fouta Djallon, Guinea, en África occidental. Trabajé con cooperativas de pequeños agricultores y de mujeres horticultoras, y pude observar de primera fuente que la agricultura tiene un papel crítico en la vida de los numerosos habitantes de las zonas rurales de África. Estas experiencias me inspiraron a estudiar la carrera de investigación sobre desarrollo agrícola internacional, formación y comunicación.

¿Qué le motivó a trabajar en las tendencias y los impulsores del consumo de trigo en África subsahariana?

En el verano de 2007 trabajé con colegas del proyecto de Investigación sobre Seguridad Alimentaria y con la Oficina de Estadística de la Provincia Central de Zambia en la realización de una encuesta de consumo en las zonas urbanas de cuatro ciudades zambianas (Lusaka, Kitwe, Mansa y Kasama). Hicimos entrevistas entre más de 2000 familias campesinas y les pedimos que nos dijeran qué cantidad de productos alimentarios y no alimentarios habían consumido en los 30 días pasados. Visitamos también muchos puntos de venta de alimentos en las cuatro ciudades: supermercados, panaderías, tienditas, y vendedores en la vía pública y ambulantes. Me sorprendió mucho ver cuán populares eran el pan y otros productos a base de trigo entre las personas que respondieron las encuestas, de todos los sectores económicos. Asimismo, fue interesante ver las largas filas que hacía la gente para comprar pan en los supermercados, y a los panaderos que, afuera del supermercado, vendían su mercancía a precio un poquito más alto a la gente que quería evitar la larga espera en el interior del súper. Supe que algo similar ocurría en otras ciudad y poblados africanos, y decidí trabajar con el economista agrícola de la MSU Thomas S. Jayne y el socioeconomista del CIMMYT Bekele Shiferaw, para profundizar en los factores que impulsan el aumento del consumo del trigo en África.

¿Cuáles fueron sus hallazgos?

Esperaba que la urbanización fuera un factor clave que impulsara el aumento del consumo de trigo en África, pero, para nuestra sorpresa, los resultados que obtuvimos indican que después de controlar otros factores como el PIB, el total de la población y los precios del pan y productos que son complemento o sustitutos del pan, los cambios en el porcentaje de la población total que reside en las zonas urbanas no tiene ningún efecto significativo en el consumo del trigo a nivel nacional. Esto nos sorprendió porque en muchos países africanos (Etiopía es una excepción), el consumo de trigo es mucho mayor en las zonas urbanas que en las rurales. Estamos aún analizando estos resultados para saber qué es lo que ocurre. Una posibilidad es que no sea la urbanización per se lo que estimula el consumo de trigo sino los cambios demográficos y socioeconómicos que le acompañan. Estas son cosas como el aumento de los ingresos y una mayor participación de la fuerza laboral por parte de las mujeres.

¿Qué descubrió acerca del género y el consumo de trigo en México?

Uno de los resultados clave de nuestro estudio relacionado con el género es que al aumentar la participación de la mujer en la fuerza laboral —sobre todo si aumenta más rápido que la participación del hombre en este rubro— tiene un efecto significativo y positivo en el consumo de trigo a nivel nacional. Sospechamos que esto se debe a que los productos de trigo (pan, pasta, chapati, etc.) se preparan en menos tiempo que aquellas otras fuentes conocidas de carbohidratos, como la papilla de maíz (que se llama nshima en Zambia y es de amplio consumo en África oriental y África austral). Cuando las mujeres trabajan más tiempo fuera de casa, les queda menos para preparar la comida y quizá prefieran algo de preparación fácil y rápida, como estos productos de trigo.

¿Qué cambios (de políticas, de investigación, etc.) cree que ayudarían a las mujeres y las familias en África subsahariana?

Este es un tema muy amplio. Pero, en general, creo que las mujeres aportan una gran parte de la mano de obra en la producción agrícola en África, aunque con frecuencia no tienen mucho control sobre los ingresos por la venta de los bienes que ayudan a producir. También son las mujeres quienes suelen tener menos acceso a los bienes de producción que ayudarán a incrementar la productividad agrícola. Empoderar a las mujeres—por ejemplo, dándoles educación formal y capacitando a los adultos en prácticas agronómicas mejoradas y en administración o establecimiento de negocios, mejorando su acceso a créditos— es un asunto crítico no únicamente para el bienestar de las mujeres sino también para el de sus hijos, su familia y sus comunidades.

Si quiere leer el estudio completo del aumento del consumo de trigo en África subsahariana, de Mason, Jayne y Shiferaw, visite el sitio web de la MSU http://fsg.afre.msu.edu/papers/idwp127.pdf

 

Publicado 2013