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El Proyecto Buena Milpa Guatemala y sus colaboradores promueven el fitomejoramiento participativo de maíces nativos

El fitomejoramiento participativo tiene como enfoque principal tres actividades: el rescate, la conservación y el uso de la diversidad local.

Por: Nadia Rivera, coordinadora de Comunicación del Proyecto Buena Milpa Guatemala.

 

Huehuetenango, Guatemala.- Durante más de una década, la familia de Isabel López se ha dedicado a fomentar el fitomejoramiento participativo de maíces nativos de diversas razas en Chiantla, Huehuetenango.

Isabel comenta que antes sembraban la milpa de forma tradicional, sin mayores tecnologías de mejoramiento, conforme las enseñanzas de sus padres. Y fue a inicios de 2007 cuando Isabel López y su familia se involucraron en los procesos de capacitación para realizar prácticas de selección masal estratificada, ya que, según recuerda Isabel, “antes no conocíamos esta tecnología, únicamente amontonábamos todas las mazorcas de la cosecha en el patio de la casa; sólo se escogían las mazorcas más grandes, luego se amontonaba el maíz en el tapanco y las mejores mazorcas seleccionadas las colgábamos en mancuerna en las vigas de la casa. Ahora esta práctica tradicional la hemos cambiado por seleccionar las mejores plantas en campo y tapiscarlas 15 días antes de la cosecha general”.

El fitomejoramiento participativo tiene como enfoque principal tres actividades (rescate, conservación y uso de la diversidad local), y para que éstas sean sostenibles se debe contar con recurso humano local para que efectué el rescate y la conservación mediante la recolección de especies de semillas en zonas específicas y realice la conservación para establecer las reservas comunitarias, que son lugares donde se resguarda la agrobiodiversidad de maíz y otras especies nativas de la comunidad.

El uso de la diversidad local consiste en el manejo adecuado de las semillas conservadas por los productores en las reservas comunitarias de semillas (RCS).

En el marco de la colaboración entre la Fundación para la Innovación Tecnológica Agropecuaria y Forestal (Fundit) —organización experta en el tema de fitomejoramiento participativo de maíces— y el Proyecto Buena Milpa, financiada por la Iniciativa mundial contra el hambre y la inseguridad alimentaria del Gobierno de los EE.UU. (Feed The Future) y ejecutada por el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), se han implementado tecnologías de conservación y mejoramiento de maíces nativos y conservación de suelos.

Dentro de las actividades de conservación y mejoramiento de maíces, se promueve y efectúa el proceso de fitomejoramiento participativo con productores, con el propósito de que dispongan de alternativas tecnológicas prácticas que posibiliten la mejora de la producción y la productividad del maíz a través de la selección masal estratificada, con el objetivo de que los productores conozcan y practiquen alternativas para mantener y mejorar las características genéticas y fenotípicas de las variedades locales, lo que en la actualidad constituye una herramienta para mejorar a mediano plazo las características agronómicas de las variedades de importancia comunitaria y a la vez fortalecer los sistemas locales comunitarios de producción de semillas, indica Mario Fuentes, representante de Fitomejoramiento Participativo Fundit-Buena Milpa.

Con el apoyo del Proyecto Buena Milpa, se está trabajando con productores del municipio de Chiantla, Huehuetenango, en el tema de mejoramiento de variedades locales, estableciendo como base un módulo de selección masal estratificada. Con estas actividades, los productores se involucran desde el proceso de selección, preparación y siembra de la semilla hasta la cosecha. Así, los mismos agricultores se capacitan para registrar la información de cada fase que conlleva la selección masal estratificada (presiembra, fase vegetativa, fase reproductiva, fase de madurez y pre y postcosecha), pues conforme se va desarrollando cada fase, también se van capacitando en temas como seleccionar y realizar el marcaje con pita plástica, nylon o pintura de las plantas que se desean mejorar mediante la identificación de aquellas que germinaron primero, las que florearon inicialmente y las que alcanzan madurez fisiológica más rápidamente. La tapisca se realiza 15 o 22 días antes de la cosecha total de la parcela.

Para realizar la selección masal estratificada, los productores deben seleccionar entre 100 y 200 mazorcas de las mejores que identifiquen en su parcela.

En la zona de los Cuchumatanes la cuerda de terreno equivale a 441 m2, en donde se pueden establecer 450 posturas de 1 metro entre calle y de 80 cm entre planta. Cada postura tiene 5 granos, lo que equivale a 2,250 plantas, de las cuales se tienen que marcar las mejores 200 mazorcas; éstas deben estar sanas y cumplir los requisitos de mejores hileras, mayor número de grano y mejor tamaño, pues servirán de semilla para el próximo año. Este procedimiento de selección de las mejores mazorcas lo debe realizar el productor en campo.