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El cambio climático y la agricultura

“El CIMMYT ha abonado al cumplimiento de los compromisos de México 2020-2030”.

21 de abril de 2015.


La quema de rastrojos, al igual que prácticas como la roza-tumba y quema, son fuentes generadoras de gases de efecto invernadero (GEI), gases que contribuyen al cambio climático. Aun cuando probablemente no detectemos directamente sus efectos, este fenómeno ha causado grandes cambios en varias partes del mundo, como el incremento en temperaturas promedio y la aceleración del proceso de deshielo en zonas como Groenlandia, la Antártida y el Ártico, lo que ha traído sin lugar a dudas graves consecuencias para los agricultores del mundo.

Este 22 de abril se festeja el Día Mundial de la Madre Tierra, decretado por la ONU hace 45 años, y el programa de Agricultura de Conservación del CIMMYT se une a esta celebración para conocer los problemas derivados del cambio climático y las formas para afrontarlos.

Expertos comentan que el cambio climático aumentará el riesgo de la inseguridad alimentaria, especialmente para productores de subsistencia, ya que año con año tendremos más problemas y tendrán menor oportunidad de adaptarse a ellos. A pesar de los avances tecnológicos, productores de escala mediana y de gran producción también serán afectados, aun con soluciones como las variedades mejoradas o sistemas de riego, el clima sigue siendo un factor clave en la productividad agrícola, así como las propiedades del suelo y los ecosistemas naturales.

Respecto a la productividad y el rendimiento, se afectará la cantidad y calidad de los cultivos. En general, varios tipos de malezas y enfermedades incrementarán su presencia bajo temperaturas calurosas y climas húmedos.

Otros problemas que enfrentaremos es el cambio en el uso del suelo: aumentarán los períodos de sequías, inundaciones e incluso, el incremento del nivel del mar, lo que causará pérdidas en cuanto a las áreas que pueden ser cultivadas, provocando el abandono de los campos. Lo anterior también tendrá impactos en México, ya que áreas de temporal destinadas a la agricultura, desaparecerán por la escasez de agua. Además, los productores podrán apreciar un cambio marcado en cuanto a las fechas de siembra y cosecha. El incremento en temperatura y humedad dará las condiciones necesarias para incrementar las afectaciones de plagas durante el ciclo agrícola.

Los agricultores deberán de aprender nuevas técnicas y prácticas agrícolas para adaptarse a los nuevos retos que vamos a vivir. Las tecnologías MasAgro, como la Agricultura de Conservación, son herramientas sustentables para contrarrestar los efectos dañinos del cambio climático. Sin embargo, para reducir nuestra contribución a este fenómeno, todos debemos de sumarnos. En el campo, podemos contribuir a NO QUEMAR nuestros residuos y aprovechar todos los beneficios que nos ofrecen para mejorar el suelo y la producción.

#ChiapasNoQuema