
Del 25 al 27 de junio, CIMMYT fue sede de una experiencia poco habitual: un curso de agricultura regenerativa diseñado especialmente para proveedores de agroinsumos del Bajío y Valles Altos. Durante tres días, 16 representantes de 12 empresas distribuidoras se convirtieron en estudiantes, no para conocer un nuevo producto, sino para repensar su rol en la transformación agrícola.
La iniciativa, impulsada por el proyecto AgMission, parte de una reflexión clave: los proveedores de insumos no solo venden, también recomiendan, orientan y asesoran. Son actores con enorme poder de influencia en las decisiones tecnológicas de las y los productores, y por ello representan una oportunidad estratégica para llevar prácticas más sostenibles al campo.
El curso abordó temas esenciales para la transición regenerativa: fertilidad del suelo, uso responsable de insumos, manejo agroecológico de plagas y malezas, biofertilización y control biológico. Las sesiones fueron impartidas por especialistas de CIMMYT, el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) y el Instituto Tecnológico de Sonora (ITSON).
La primera jornada estuvo a cargo de Simon Fonteyne, líder de Agronomía de CIMMYT para América Latina, y de Juan Francisco Buenrostro Rodríguez, coordinador de investigación del Hub Bajío de CIMMYT, quienes introdujeron los principios de la agricultura regenerativa desde una perspectiva de nutrición vegetal y salud del suelo. El segundo día, Sarahyt González Figueroa, investigadora del INIFAP, compartió herramientas clave para el manejo agroecológico de malezas, mientras que Helios Escobedo Cruz, especialista del CIMMYT, abordó estrategias de control de plagas con enfoque sostenible. El cierre del curso estuvo a cargo de Sergio de los Santos Villalobos, del ITSON, quien presentó experiencias y técnicas de biofertilización y control biológico de patógenos. También se contó con la participación de Frederic Goulet, investigador de CIRAD (Centre de coopération internationale en recherche agronomique pour le développement) y colaborador en proyecto AgMission, quien compartió hallazgos del trabajo de campo realizado en la región.
La coordinación general del evento estuvo liderada por Flor Atlixqueño Palomares, Juan Francisco López Arciniega, Anabell Díaz Espinosa y Amador Aguillón Aguillón, quienes forman parte del equipo de capacitación del CIMMYT en el Hub Bajío.
“Normalmente, las capacitaciones que recibimos vienen de empresas que promueven sus propios productos. Esta vez fue diferente: hablamos de prácticas regenerativas, con base científica y sin intereses comerciales”, expresó uno de los asistentes.
El curso fue muy bien recibido. Las y los participantes valoraron la calidad técnica, la neutralidad del enfoque y la posibilidad de reflexionar sobre su papel como asesores confiables para los agricultores.
El punto de partida fue un hallazgo del equipo AgMission, resultado de entrevistas con actores del territorio: los agrodistribuidores rara vez reciben formación técnica independiente, pese a su cercanía con los productores. Esta capacitación buscó precisamente atender ese vacío, por lo que apostó por el potencial transformador de estos intermediarios.
“A través de ellos podemos llegar a miles de productores. El reto es darles herramientas sólidas, objetivas y útiles en campo”, explicó Simon Fonteyne.
Con esta experiencia piloto, CIMMYT abre una ruta para escalar la adopción de prácticas sostenibles desde un nuevo frente: el de quienes están en contacto directo, cotidiano y constante con el corazón de la agricultura mexicana.
La estrategia funcionó. Ya se planea replicar el curso en otras regiones donde el CIMMYT tiene presencia. Porque para transformar el campo, también hay que cambiar quién y cómo se cuentan las historias de cómo sembrar.