La siembra crece
Como parte del componente MasAgro-Maíz del programa MasAgro, se estableció, desde sus inicios, un consorcio de empresas semilleras formales (nacionales) a las que se apoya mediante diferentes actividades de capacitación profesional teórico-práctica para contribuir a incrementar la producción de maíz en México.
Entre sus actividades más destacables están las Redes de Evaluación MasAgro-Maíz, que consisten en ensayos de evaluación de híbridos del CIMMYT y de todos los colaboradores, en diferentes localidades de los mega-ambientes Valles Altos, Sub-Trópico y Trópico. En los ensayos se incluyen los productos de los centros de investigación y los que provienen de las empresas participantes.
Con el objetivo de “homogeneizar la metodología de la captura de las variables, el diseño experimental y el manejo agronómico” se realizó, el pasado 14 de marzo, el Curso de Ensayos de la Red de Evaluación de Híbridos y Red de Investigación en Tecnología de Producción de Semilla MasAgro, en el que participaron 36 colaboradores y representantes de empresas semilleras. Como resultado, se espera que en este año haya una mejora sustancial en la calidad de los datos y el manejo de los ensayos, lo que permitirá seleccionar los mejores híbridos, incrementar la producción de su semilla y llevarla a los agricultores mexicanos que tanto la necesitan para incrementar su producción, alimentar a sus familias y a todo México.
En esta reunión, Alberto Chassaigne, especialista en sistemas de semillas de maíz para Latinoamérica del CIMMYT, destacó la importancia de que el trabajo en el campo debe ser reportado correctamente para reflejar los resultados reales en los informes que se presentan a la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) y así poder seguir contando con su apoyo en este y en otros proyectos por venir.
Por su parte, los representantes de las empresas semilleras se mostraron dispuestos y comprometidos a seguir realizando el trabajo que permitió que el consorcio creciera a 49 empresas en el 2015.
Además de la mencionada red, las semilleras afiliadas cuentan con otros beneficios:
- Cursos de capacitación. Se imparten cursos sobre mejoramiento genético, producción de semillas, comercialización, administración de empresas, control de calidad y diseño e instalación de plantas procesadoras de semillas.
- Análisis de mercado. La cadena de valor del maíz se evalúa para enfocar los esfuerzos de comercialización. Con el fin de realizar un análisis certero, cada empresa debe aportar datos para estos estudios, los cuales son manejados con absoluta confidencialidad.
- Germoplasma de productos desarrollados en el CIMMYT. Los materiales desarrollados en el Centro que tienen potencial comercial son identificados dentro de las redes y transferidos a la empresa colaboradora de la red que así lo solicite, para su producción/re-producción y comercialización.
- Asistencia a programas de mejoramiento. Se apoya a programas de mejoramiento con germoplasma (ejemplo: donadores de resistencia), brindando un servicio de dobles haploides (DH) para acelerar el desarrollo de líneas endogámicas.
Para pertenecer a la Red de Semilleros MasAgro, se requiere la firma de un convenio entre CIMMYT y la empresa semillera (moral o física) que debe contar con: acta constitutiva, última acta de asamblea celebrada y protocolizada ante notario, poder notarial (vigente), comprobante de domicilio (con antigüedad no mayor de tres meses a nombre de la empresa), cédula fiscal, registro SNICS, identificación oficial del representante legal y designación de responsable técnico.
Entre las empresas pertenecientes al consorcio que asistieron a este curso, se encuentran: AGM Semillas, Agrícola El Caudillo, Agricultura Evolutiva, AgrosVae, Bidasem, Biochem Systems, Grupo Hernández Montiel, Imperio de Campo, Mexicana Industrial de Insumos Agropecuarios, Nutribest, Reproducción Genética Avanzada, Semillas Agroalteña, Semillas Barriga, Semillas Baumar, Semillas El Trébol, Semillas Kashgar, Semillas Ocso, Semillas Texcoco y UNISEM. Asimismo, se contó con la asistencia del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) y la Universidad Autónoma Chapingo (UACh) como instituciones dedicadas a la investigación.