Con un buen alimento se reproducen tanto que invaden toda la planta, montones de pulgones se agrupan y en poco más de 10 días la secan hasta que se cae o acama.
Martha G. Coronel Aguayo, MasAgro Guanajuato.
10 de agosto de 2015.
Guanajuato.- Se había escuchado hablar del pulgón amarillo en tierras lejanas, allá por el continente africano. Se había escuchado que se desplaza como una sombra; que su presencia es casi inadvertida. Se decía que se confundía con sus hermanos, ¿acaso menos peligrosos? “No, a México nunca llegará, ¡está tan lejos! Acá no vendrá”, se pensó. Pero con la naturaleza no se juega, el mundo ya no es tan grande.
¿Cómo habrá llegado hasta acá? He aquí una historia imaginaria, aunque probable:
Un científico estadounidense, al que llamaremos X, fue a África a investigar acerca de estos insectos. Sale a trabajar, observa los campos de sorgo y no se percata de que un pulgón amarillo, dos, tres hembras, se paran en su camisa de manga larga —que, dicen, era amarilla—; está un rato en el campo, va a su hotel, guarda su camisa amarilla y al otro día viaja a Estados Unidos. Su jefe lo presiona para que se presente muy de mañana al instituto donde trabaja y explique sus resultados. No le da tiempo de buscar otra camisa ⎯y tampoco le importa… es científico⎯. Saca de la maleta la que llevaba del día anterior y, después de hablar con su jefe y colegas, visita los cultivos de sorgo. Llega un ventarrón y los pulgones vuelan hacia los sembradíos. De pronto están ahí, acá, allí. Miles de pulgones invaden los cultivos de sorgo del sur de Estados Unidos y se pierden casi por completo. Se imaginarán que su llegada a México no fue nada complicada.
En Tamaulipas, en 2013, en el ciclo PV, el pulgón arrasó con los campos de sorgo. Hubo pérdidas hasta de 100 por ciento. También hubo mermas en Nuevo León, San Luis Potosí y ahora su devastadora presencia está en casi todos los municipios de Guanajuato, donde se cultiva este cereal.
Es inútil buscar al científico X para culparlo porque tal vez solo sea un ser de la imaginación. Los investigadores creen que el transporte del pulgón amarillo hacia América fue el huracán Katrina, pero no se sabe con exactitud.
Si seguimos con la historia, los pulgones de la camisa del científico X habrán llegado al envés de las hojas de las plantas del sorgo. ¡Ah! No hay problema, no se reproducirán, eran tres pulgones hembras. Pero esto no es del todo cierto, estas hembras de pulgón amarillo no necesitan machos para reproducirse, los científicos llaman a esta forma de conservar la especie “partenogénesis”, lo cual significa que ponen huevos sin que hayan sido fecundadas por el macho. Cada hembra puede producir un poco más de 50 individuos. Viven poco tiempo (de dos a tres semanas) con múltiples generaciones por año. Y es probable que al caer a las hojas del sorgo, antes de poner huevos, se hayan alimentado, pues recordemos que llevaban muchas horas sin comer y viajaron una gran distancia.
Los pulgones tienen un aparato bucal chupador, así que succionan la savia de las hojas hasta deformarlas y cambiar su color a café, sin que puedan fotosintetizar. Con un buen alimento se reproducen tanto que invaden toda la planta, montones de pulgones se agrupan y en poco más de 10 días la secan hasta que se cae o acama. Por eso, desde hace mucho tiempo a estos insectos se les llama áfidos, una palabra de origen griego: “a” significa “sin” y “apheides” significa “escasez”, “sin escasez”, o mejor dicho: abundantes.
Así que, en nuestra historia, cuando el científico X regresó a sus cultivos experimentales de sorgo los encontró invadidos del pulgón: uno de ellos produjo 50.
51 × 50 = 2,550 × 50 = 127,500 × 50 = 6,375,000 …
Recuerden que él había traído tres, hagan cuentas. pulgonamarillo
No solo vio esto, sino que se dio cuenta de que los pulgones provocan otras enfermedades a las plantas porque transmiten virus e inciden en la aparición de hongos letales para el sorgo. El científico X pudo ponerse a llorar, pero no lo hizo; en lugar de eso siguió observando. Se dio cuenta de que cuando escaseó la comida y hubo sequía, las hembras crearon individuos con alas, los cuales volaron a plantas silvestres alternas, como los zacates o los pastos de las orillas de las parcelas. Ahí, sin tanto amontonadero, se reprodujeron de manera sexual, esto es, hubo cópula y fecundación. La hembra pone los huevos que dan origen a machos y a hembras; copulan…
Y ya en la realidad, lo más seguro es que los pulgones hayan llegado a Guanajuato debido al viento. Los productores temen que les ocurra lo mismo que en Tamaulipas, por eso los científicos extranjeros —como el científico X de nuestra historia— y sus colegas mexicanos han dado cursos, conferencias, se han unido y han capacitado a equipos de técnicos que trabajan con productores para controlar al pulgón amarillo. MasAgro Guanajuato, el Comité Estatal de Sanidad Vegetal Guanajuato (Cesaveg), la Secretaría de Desarrollo Agroalimenatario y Rural (SDAyR) y el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), entre otras, son instancias que han trabajado en conjunto para informar y capacitar al productor guanajuatense. Los productores mexicanos les exigen a las autoridades que les expliquen cómo llegó el pulgón amarillo a Guanajuato, pero ¿cómo saberlo con exactitud?
¿Qué sigue?, ¿cómo se controla el pulgón amarillo? Lea el próximo boletín.
Fuentes: https://www.intagri.com/articulos/fitosanidad/pulgon-amarillo-sorgo(última consulta 2015-08-11)
http://www.sagarpa.gob.mx/Delegaciones/tamaulipas/Documents/Pulgon%20amarillo.pdf (última consulta 2015-08-11)
http://www.cesaveson.com/files/004e7040aaaec34dfbcee6034eb9a0aa.pdf (Ficha técnica 43, última consulta 2015-08-11)