Wandera Ojanji
Dada la amplia aceptación que han tenido los silos de metal por parte de los agricultores a pequeña escala en el este y el sur de África, es necesario identificar ciertos vacíos en las políticas, incentivos, impedimentos y alianzas institucionales, según Jones Govereh, economista especialista en políticas del CIMMYT. Los silos son una buena opción para guardar grano, porque a la larga lo protegen de plagas de barrenadores y gorgojos.
Si bien alabó la decisión de algunos gobiernos de reducir los impuestos a las empresas, de 30 a 25% en 2010, Govereh pidió que se incluyan las hojas de metal galvanizadas importadas exclusivamente para fabricar silos en la exención de impuestos aplicable a otras importaciones de productos o insumos agrícolas. “Los agricultores no verán los beneficios de su inversión en sistemas de almacenaje si no se establecen políticas apropiadas”, anotó. “Los gobiernos de la región necesitan políticas comerciales y de almacenamiento que favorezcan el libre comercio y eviten la formación de monopolios para el maíz, algo que desalienta la inversión en este tipo de tecnologías. Necesitamos también políticas que nos permitan coordinar de mejor manera las operaciones público-privadas, evitando traslapes o conflictos.”
Govereh hizo estas declaraciones en la junta anual regional de revisión y planeación de la fase II del proyecto Almacenamiento eficaz de grano para los agricultores africanos (EGSP), celebrada en Nairobi, Kenia, el 20 y 21 de agosto. EGSP-II (2012-2016) surge después del éxito de la primera fase (2008-2011) y su objetivo es mejorar la seguridad alimentaria y reducir la vulnerabilidad de los agricultores de bajos recursos (sobre todo de las mujeres) del este y el sur de África, por medio de la diseminación de silos de metal. El proyecto se realiza con financiamiento de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (SDC).
La revisión anual se llevó a cabo con tres objetivos: evaluar los progresos y logros del proyecto, así como sus retos futuros; intercambiar ideas, información y resultados de la investigación entre el CIMMYT, SDC y otros asociados clave; y planear nuevas actividades. En la revisión participaron asociados que han implementado el proyecto en Kenia, Malawi, Zambia y Zimbabwe, personal del proyecto del CIMMYT y representantes de SDC.
Los asistentes compartieron ideas e información relativas a la implementación, discutieron la promoción y diseminación de tecnologías de almacenaje eficaces e hicieron una consulta sobre tecnologías postcosecha, normatividad y mercados.
Como parte del proyecto, los colaboradores clave han hecho visitas de intercambio a Kenia y Malawi. Hablaron también de sus experiencias en la implementación, de los impactos generados en la vida de los agricultores a pequeña escala y de los retos que tienen por delante. Tadele Tefera, entomólogo y coordinador de EGSP, expresó su reconocimiento a los equipos de trabajo y colaboradores nacionales por haber cumplido sus objetivos de investigación y difusión durante el año que terminó.
Hugo De Groote, economista del CIMMYT, dijo que los silos generan un gran impacto en la vida de los agricultores. Aquellos que no los utilizan venden la mayor parte de su maíz después de la cosecha, cuando los precios son muy bajos porque la oferta alcanza su nivel más alto; en cambio, quienes ya los utilizan venden gran parte de su grano en el quinto mes, cuando se pagan los mejores precios en el mercado, dijo. Agricultores que ya utilizan silos guardaron su maíz dos meses más que quienes no los utilizan; los primeros dispusieron de grano un mes más que los segundos.
Vongai Kandiwa, especialista de equidad de género y desarrollo del CIMMYT, señaló la importancia de integrar la equidad de género en el proyecto, con objeto de minimizar el riesgo de crear, seguir fomentando o exacerbando las diferencias entre hombres y mujeres.
Los grupos interesados discutieron varios problemas como el reducido número de artesanos hábiles y competentes con espíritu emprendedor; la falta de materiales de fabricación, o su elevado costo; la poca difusión y conocimiento de la tecnología; y los inadecuados servicios de extensión. Para dar solución a estos problemas, los grupos acordaron dar un mayor impulso a la difusión, haciendo eventos promocionales, forjando la capacidad de los colaboradores y reforzando la red de artesanos.
Olaf Erenstein, director del Programa de Socioeconomía del CIMMYT, dio las gracias a los colaboradores y otros interesados por su empeño y compromiso en la implementación del proyecto, y a SDC por su constante apoyo.