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Ayudemos a quienes más lo necesitan: taller de consulta nacional de NuME promueve el QPM en programas escolares y de ayuda alimentaria a refugiados

Demissie Belayneh

En Hawassa, al sur de Etiopía, el maíz se utiliza en la preparación de panecillos que se cuecen en un comal. Los panecillos son de harina de maíz, que se mezcla con agua y se le agrega sal, y son la comida principal de los habitantes de la zona (igual que la ensete, una preparación de raíces de la planta ensete, comúnmente conocida como bananero de Etiopía). El proyecto NuME se ha propuesto reducir la desnutrición y aumentar la seguridad alimentaria, así como los ingresos de los agricultores etíopes de pequeña escala, mediante la promoción del maíz de calidad proteica (QPM). Foto: H. De Groote/CIMMYT
En Hawassa, al sur de Etiopía, el maíz se utiliza en la preparación de panecillos que se cuecen en un comal. Los panecillos son de harina de maíz, que se mezcla con agua y se le agrega sal, y son la comida principal de los habitantes de la zona (igual que la ensete, una preparación de raíces de la planta ensete, comúnmente conocida como bananero de Etiopía). El proyecto NuME se ha propuesto reducir la desnutrición y aumentar la seguridad alimentaria, así como los ingresos de los agricultores etíopes de pequeña escala, mediante la promoción del maíz de calidad proteica (QPM).
Foto: H. De Groote/CIMMYT

El proyecto NuME (Maíz nutritivo para Etiopía) coordinó un taller de consulta con sus colaboradores y otros grupos interesados destinado a promover el maíz con calidad proteica (QPM) en los programas escolares y de ayuda alimentaria a refugiados. El taller, que se celebró en Hawassa el 10 de junio, reunió a representantes de varias organizaciones dedicadas a proveer alimentos a escuelas y a refugiados, con el propósito de identificar problemas estructurales y técnicos, así como potencial para remplazar el maíz convencional por QPM en sus respectivos programas alimentarios y formular un plan de acción.

En Etiopía, el maíz constituye una de las principales fuentes de alimentación de gran parte de la población y ocupa el primer lugar de la producción total y el segundo por superficie sembrada. No obstante, el maíz convencional carece de triptofano y lisina, dos aminoácidos esenciales para los seres humanos. Conscientes de esto, los investigadores del CIMMYT descubrieron el potencial de combatir la desnutrición entre la población que basa su dieta en el maíz y generaron variedades enriquecidas con proteínas, a las que colectivamente se les conoce como maíz con calidad proteica (QMP, por sus siglas en inglés). Estos materiales contienen más triptofano y lisina que los convencionales.

Normalmente, los niños y los grupos sociales vulnerables (como los refugiados) no tienen acceso adecuado a importantes fuentes de proteína de origen animal. Por tanto, si los programas escolares y de ayuda a refugiados proporcionan alimentos seguros y nutritivos, elaborados con QPM, no les estarán dando solo los elementos proteicos que necesitan para desarrollarse sino el beneficio adicional de estimular la economía, gracias a la agricultura, al crear un mercado más grande y seguro para la producción local.

Por tanto, desde 2012, el CIMMYT, en coordinación con otras organizaciones, ha implementado el proyecto NuME, que es patrocinado por el Departamento de Asuntos Extranjeros, Comercio y Desarrollo de Canadá (DFATD). El objetivo del proyecto es mejorar la seguridad alimentaria y nutricional familiar, sobre todo de niños y mujeres mediante la siembra de QPM con prácticas agronómicas apropiadas que aumenten la productividad del campo. El taller fue parte de las actividades del proyecto para promover este material. En sus palabras de bienvenida, el Dr. Gumataw Kifle, rector de la facultad de agricultura de la Universidad Hawassa, destacó la importancia de que participen diversos grupos para buscar soluciones a los apremiantes problemas nacionales de seguridad alimentaria y nutricional. Señaló que el sistema que utiliza el CIMMYT para invitar a importantes grupos de colaboradores e identificar los problemas y las oportunidades para asegurar la distribución de tecnologías modernas es “ejemplar y un modelo que otros deberían adoptar”. El Dr. Adefris Teklewold, líder NuME y especialista de sistemas de semilla del CIMMYT-Etiopía, remarcó que la principal estrategia para distribuir QPM es “a través de la creación de la demanda, pero sin presionar a los usuarios finales para que adopten la nueva tecnología”; este taller, dijo, “tiene como propósito identificar oportunidades y retos en la utilización del QPM en escuelas y campos de refugiados, aprovechando las oportunidades y salvando obstáculos, y, en consecuencia, creando demanda al final”.

Hubo en el taller varias presentaciones sobre diversos temas: una breve introducción y panorama general del proyecto NuME y del QPM; la situación de la desnutrición en Etiopía; los beneficios nutricionales y de salud del QPM comparados con los maíz normal; historias de éxito respecto a la distribución de QPM en algunos países africanos; el estado de las actividades de distribución de QPM en Etiopía; y algunas recetas tradicionales a base de maíz de científicos del CIMMYT e investigadores de la Escuela de Salud Pública Harvard (HSPH), Sasakawa Global-2000, Instituto de Salud Pública de Etiopía (EPHI) y la Universidad Hawassa. Además, representantes del programa Mundial de Alimentación (WFP) y el Ministerio de Educación dieron presentaciones de las experiencias en escuelas y campos de refugiados.

Mientras hacía una presentación de historias de éxito de la distribución de QPM en Ghana y Uganda, el Dr. Hugo De Groote, del CIMMYT-Kenia, subrayó también la urgencia de atender el problema de deficiencia proteica en Etiopía, donde 88% de las familias padecen deficiencia de lisina, y tener presente el potencial del QPM “para llenar la enorme brecha”. Personal de SG-200 hizo una animada e interesante presentación de las actividades de distribución de QPM, mediante demostraciones en el campo y recetas de platillos; muchos de los participantes se mostraron entusiasmados al ver por primera vez la gran variedad de recetas a base de maíz, y pidieron cursos y formación de capacidades, sobre todo en programas alimentarios.

Durante el taller se recalcó el hecho de que el maíz el principal insumo en los programas escolares y que hasta ahora ha tratado de resolverse le problema de la deficiencia proteica del maíz convencional mezclándolo con leguminosas (sobre todo frijol), y que sustituir el maíz convencional por QPM “no solo aportará los nutrientes necesarios, sino que reducirá los costos de transporte y operación”, dijo Leulseged Yimer, coordinador del programa alimentario escolar infantil (HGSFP) de SNNPR, quien habló de las experiencias en la escuela de las Naciones, Nacionalidades y Pueblos del Sur (SNNPR). Reconoció asimismo los beneficios del uso del QPM y transmitió el interés de su oficina en utilizarlo en el programa alimentario escolar; pidió al CIMMYT “que se coordine con las oficinas pertinentes y enseñe a su personal a preparar platillos tradicionales a base de maíz”. Mesfin Shiferaw, titular del programa alimentario escolar de WFP, dijo que los programas escolares son parte del programa continuo de desarrollo. Si aumenta la inscripción de estudiantes, se reducen las deserciones y aumenta la proporción niñas-niños y se incluye el QPM, aumentarían los resultados del programa; sugirió a NuME que dé algún incentivo (semilla, por ejemplo) para sembrar QPM y facilidades de almacenamiento en las escuelas.

Muchos participantes mostraron verdadero entusiasmo e interés en trabajar con CIMMYT/NuME e incorporar el QPM en las operaciones de sus respectivas organizaciones. En particular, los gerentes de sindicatos y cooperativas mostraron verdadero interés en llevarlo a tierra fértil, para que los agricultores, mediante contratos, produzcan QPM, ofreciéndoles un incentivo. Migbaru Wube, del Sindicato de Cooperativas de Agricultores de Merkeb, enfatizó que los agricultores de la región de Amhara siguen interesados en producir más maíz y aumentar sus ingresos con la producción de este cereal. Considera que el QPM “es una oportunidad que se puede aprovechar”. Otros dirigentes de sindicatos y cooperativas también dijeron estar interesados en proveer la cantidad de QPM que sea necesario por medio de contratos, siempre y cuando reciban pedidos de organizaciones que utilizan grandes cantidades, como prisiones, barracas y el programa de Compras para el Progreso (P4P).de WFP.

Los participantes de diferentes organizaciones que forman parte de la cadena de valor de maíz iban desde dirigentes de sindicatos hasta expertos del programa de intercambio de productos de Etiopía y expertos federales y regionales de los ministerios de educación y salud, así como funcionarios de las UN y otras organizaciones de ayuda. Intercambiaron ideas y sostuvieron diálogos constructivos en torno a los beneficios nutricionales del QPM y estado actual de los proyectos de distribución de CIMMYT/NuME, así como los obstáculos. Hicieron sugerencias también sobre lo que tiene que hacerse para promover el QPM en las principales zonas productoras de maíz en Etiopía en general, y en los programas escolares y de ayuda a refugiados en particular, para, de manera simultánea, lograr la seguridad tanto nutricional como alimentaria.

Basándose en los resultados del taller, el personal de NuME elaboró planes de acción preliminares a corto y mediano plazo para promover el uso de QPM. El plan a corto plazo incluye elegir una escuela piloto en SNNPR y poner en marcha un programa, con QPM, durante un semestre, y luego comparar los resultados con los de una escuela similar en la que los alumnos consumen maíz tradicional. A futuro, los resultados servirán como justificación para promover a gran escala el QPM en las escuelas de todo el país. A mediano plazo, NuME trabajará con el P4P de WFP para remplazar las futuras compras de maíz convencional por QPM, por medio de contratos con sindicatos y cooperativas. De esta manera se asegurará la disponibilidad de semilla y se fomentará la adopción del QPM entre los agricultores.